¿Qué es la niebla?

Básicamente, la niebla es una nube a ras del suelo. Según la temperatura y la humedad, puede ser más o menos densa y con ello cambian los niveles de visibilidad. Estas condiciones específicas también determinan la velocidad o lentitud con que la niebla se forma y se disipa. Son la densidad de la niebla, como así también la velocidad con que se forma y disipa, las que determinan el grado de peligro que representa y la mejor forma de mantenerse a salvo.

Para formarse, la niebla requiere condiciones de mucha humedad. El vapor de agua del aire húmedo se adhiere al polvo y a otras partículas microscópicas y forma gotas de agua que quedan suspendidas a ras del suelo, creando una nube. La niebla se diferencia de la neblina sólo en la densidad de la nube, medida en visibilidad. Si se puede ver más de 1000 metros a través de la nube, se trata de neblina, pero si la visibilidad cae por debajo de un kilómetro, se considera niebla.

En las regiones desérticas donde los vientos fríos se encuentran con ambientes polvorientos, o en las zonas costeras donde las partículas de sal se topan con aire húmedo, la niebla suele ser más espesa. El título de sitio más neblinoso del mundo lo lleva una zona del océano Atlántico denominada Grandes Bancos, en la costa de Terranova, en Canadá oriental.

Al igual que las nubes de niebla que se forman en condiciones de humedad debido a la diferencia de temperatura entre el aire y una superficie, las gafas se empañan debido a la diferencia de temperatura entre el lente y el aire que lo rodea. Esto puede ocurrir cuando pasamos de un ambiente frío a uno más cálido, o viceversa. Esto es especialmente común en las industrias del petróleo y del gas, energía, depósitos y otras en que los trabajadores se mueven regularmente entre ambientes externos e internos y viceversa.

Asimismo, puede ocurrir como reacción al calor emitido por el rostro, en contraste con el aire circundante más frío. Básicamente, la humedad del aire se condensa en la superficie del lente como respuesta a la diferencia de temperatura. Esto es especialmente preocupante en la agricultura, la construcción y otros entornos en que los jornaleros manuales hacen esfuerzos físicos y a medida que trabajan, van produciendo calor.

Las posibilidades de que se produzca este efecto de empañamiento aumentan con una serie de factores. Por ejemplo, los lentes sucios y dañados crean una superficie mayor sobre la cual puede formarse la condensación. La suciedad aumenta el efecto de empañamiento que es más pronunciado en las gafas y antiparras más viejas. Para reducir los accidentes laborales, las empresas deben asegurarse de que sus empleados estén equipados con gafas nuevas y en buen estado, y que limpien los lentes con frecuencia

Los ambientes muy húmedos, tanto en exteriores como bajo techo, probablemente causen empañamiento independientemente de las diferencias de temperatura. No obstante, la exposición más prolongada al frío puede enfriar totalmente los lentes. Ello implica que cualquier aumento de temperatura llevará a un empañamiento prolongado a pesar de los intentos de limpiarlos. Las fábricas y plantas cálidas en ambientes fríos son ejemplos perfectos, ya que al entrar al ambiente cálido los trabajadores corren el riesgo de empañamiento.

Muchos trabajadores en estos ambientes se encuentran en una situación de «Trampa 22». El uso de gafas empañadas reduce su visibilidad y les impide trabajar de forma productiva, además de aumentar el riesgo de accidentes. Muchos de ellos optan entonces por quitarse las gafas protectoras para poder ver mejor, lo cual a su vez acarrea el riesgo de otros peligros para sus ojos, como la luz, el calor y las partículas en suspensión. Según la Prevent Blindness Organisation, es posible evitar el 90% de todas las lesiones laborales usando gafas de seguridad apropiadas, pero las gafas empañadas crean otra serie de riesgos para la seguridad. Casi el 60% de los trabajadores afectados por lesiones oculares no estaban usando gafas protectoras en el momento del accidente, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. Ello podría estar relacionado con el empañamiento de las antiparras, instrucción insuficiente sobre el equipo de protección individual (EPI) u otras razones.

Si el empañamiento puede causar peligros graves, como en los lugares de trabajo que utilizan maquinaria pesada, es indispensable que los lentes cuenten con protección no sólo anti-empañamiento sino también antirrayaduras. El revestimiento antiempañante incorpora materiales hidrófilos que absorben la humedad y técnicas hidrofóbicas que desvían el exceso de humedad hacia los lados del lente. La mayoría de las gafas de protección ocular que se venden hoy sólo protegen el interior del lente contra el empañamiento y el exterior del lente contra las rayaduras; esto no cubre todos los tipos de empañamiento que se pueden presentar. La tecnología Platinum Coating de Bollé Safety ofrece protección integral contra el empañamiento mediante la aplicación de un revestimiento antiempañante y antirrayaduras tanto en la cara interna como en la cara externa del lente.

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